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Fragmentos del destino. Adjgpe

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Fragmentos del destino.

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Mensaje por Andre Neko-Dark Miér Mayo 30, 2012 7:14 am

Categoría: Anime/Manga –Naruto/Naruto Shippuden-
Genero: Drama/Romance/Fantasia/Mundo alternativo
Clasificación: Esta calificado para el que lo quiera leer, Tiene Spoiler de +18
Relación: Hetero/Yaoi/Yuri
Advertencias: Lemon/Lenguaje Obsceno/ Muerte de un personaje/Violación
Personajes:
Spoiler:




Fragmentos del destino.
I Telón.


<< Tasukete >> En el fondo de un frondoso bosque, donde las grandes olas de viento chocaban con los grandes árboles, el olor a moho y a humedad se metía por los poros de tu cuerpo, los arbustos se sacudían con miedo, los arboles temblaban al sentir el frio viento, en otoño se podía observar que se acercaba el invierno, el frio no era lo tenebroso, si no como venia rozando hacia ellos, << ¡Onegai tasukete! >> un viento frio e indiferente, se podría sentir el ambiente pesado cargado de odio hacia ellos, los gritos de una mujer se escuchaban en todo el bosque, unos grandes ojos dorados se lograron divisar en la penumbra, no se podría mover de donde estaba, su cuerpo sellado al suelo, temblaba no solo de terror y miedo, si no de desesperación, no quería que nadie muriera, los quería, quería al mundo, quería a sus amigos y sobre todo lo amaba a él, amaba a la persona que estaba sacrificando su vida porque era su deber como guardián, pero debía confesarse no, quería que supiera que estaba para él, aunque muerto estuviera, pero no podía pensar en negativo, no quería renunciar a él, no quería renunciar a su nueva vida. Quería ver de nuevo a sus padres, a sus amigos, quería librar de esta carga a sus amigos, sus compañeros, sus guardianes y sobre todo quería liberar de la carga a la persona que amaba y que era todo para ella.

Una gran ráfaga de viento cruzo por el cuerpo de la mujer dentro del circulo celestial cortándola, su cuerpo rasgado, su rostro lleno de magulladuras y de la comisura de sus labios brotaba sangre, escupió lo que pudo por el fuerte dolor, y sujeto fuertemente un bastón donde podría notar una gran fuerte aula celestial proveniente de aquella. << Latet spiritus mali apud me ista silva eaque auferre misericordiam, mando vobis utme magistro nominatur. >> Grito la mujer que al abrir los ojos los tenia totalmente rasgados como si fuera un gato, su mirada gatuna se logro divisar dos pares de gemas de color verde, que al cerrarse todo había llegado a un límite, el bosque comenzó a sacudirse, y de la tierra comenzó a cubrir a siete hombres, que sonrieron arrogantes ante la fuerza que la naturaleza le mandaba.

La verdadera batalla, comienza ahora —. Gruño furiosa la mujer, tomando su bastón y haciendo más grande aquel circulo celestial donde estaba dentro formando una gran barrera, sus ojos se abrieron de nuevo eliminando todo el miedo que su cuerpo sentía. — ¡Porque yo, soy la heredera de las Senju! —. Grito arrogante, ante la mirada de una mujer delante de ella.





¿Herederos?



¡Eh! — grito alterada una hermosa mujer de ojos verde jade, giro a tocar su frente, sintiendo un escurridizo sudor, miro de nuevo hacia la ventana observando aquel bosque por donde el autobús donde estaba montada se movía lentamente. — “De nuevo esos sueños, no debí ver tanto anime antes de salir hacia acá, me voy a volver loca. ¿Más de lo que estás? ¿Solo aparecer para joderme la vida? Estabas muy bien dormida.” —. Se quejaba la chica, hablando con su yo interno.

¡Señores pasajeros, esta es la última parada hacia el pueblo Konoha, por favor avisad al conductor si va a bajar en este lugar para seguir con nuestra ruta de regreso! —. La voz se escucho en todo el bus, la chica rápidamente tomo su maleta, y su gorra colocándola en su cabello, y se levanto rápidamente de su asiento.

¡Yo me quedo! ¡Me voy a bajar! —. Grito la chica sosteniéndose de la barra del auto bus, para mirar hacia afuera y soltar un suspiro.

Del autobús, bajo una hermosa pelirosa, su cuerpo bien formado para una niña de tan solo 16 años {sobre todo niña}, su cabello caía hasta su espalda amarrado en dos coletas, que mostraban que su cabello lo tenía más largo, caía ondulado, con varios flequillos cayendo en su rostro, portaba una camisa de color verde manga larga de estilo militar, junto a una falda rosa corta, mucho más arriba de las rodillas, dejando ver sus bien formadas piernas, mostrando su bien formado trasero, su camisa le quedaba ceñida mostrando sus senos, ni muy grandes ni muy pequeños, si grandes para una chica de 16 pero pequeños para una mujer de 23 años, en sus manos llevaba dos guantes de color rosa, y una bufanda del mismo color en su cuello, su gorro era de estilo militar con orejas a los lados, como los de aviadores, unas botas de taco pequeño de color verde, con rosa, su mirada se dirigió hacia el pueblo, su gorra colocada en uno de sus moños, para cubrir por completo el lazo rosa que los sostenía.
Camino hasta delante de la estación y miro hacia el pueblo dejando salir un largo suspiro, girando de la misma a todos lados, como si buscara algo, dejo salir otro suspiro y saco su celular de su bolsillo, y lo abrió, dejando ver su celular Lg {N/A: esta belleza claro está, http://1.bp.blogspot.com/_5EGB8BUZIvk/TVKuCKh0udI/AAAAAAAACfk/ZahqqhPp76o/s1600/lg_ks360_pink_2.jpg} busco para ver la hora, dejando salir un largo suspiro al ver que había llegado demasiado pronto para la hora en la que iban a buscarla, miro hacia arriba observando cómo las nubes comenzaban a nublarse, frunció el ceño y volteo de nuevo para el pueblo, y miro de reojo como la gente caminaba sin prestar atención a su alrededor.

—“Si no estoy mal, el templo debe estar subiendo esto, recuerda no perderte tarada, luego se complicara mas tu búsqueda y tengo hambre. ¡Con quién crees que estás hablando! Con la tarada más grande del mundo” —. Su pelea interna había comenzado, las piernas de la chica se estaban moviendo solas, subiendo aquella pequeña abertura entre el pueblo y el bosque, donde fácilmente se podían perder, la gente que caminaba delante de ella en la estación, comenzó a desaparecer, dejando al ambiente a un gran Nekomata, que alargo una sonrisa felina y desapareció en una corriente de aire. — “Solo cállate” — gruño molesta ante sus pensamientos y se detuvo en el medio del bosque — “Vez, terminaste perdiéndote, tonta. ¡No estoy perdida! ¡Mi abuela vive por aquí!” — pensaba alterada mirando hacia todas partes. — “Hey, este bosque me da mala espina, salgamos de aquí. ¿Te llego lo miedosita? No juegues tanto que yo no soy la que tengo las piernas temblando. ¡Ehhhh! Ves, pero es por seguridad tonta, no es un lugar donde debamos jugar, seguramente hay espíritus protegiendo este lugar. No me asustes así Inner…” —. Se quejaba la pelirosa, de su molesta Inner, mirando hacia todas partes, dejando salir suspiros.

Delante de ella apareció un pequeño animal con mucho pelo, su mirada se dirigía hacia la chica, la pelirosa lo observaba totalmente curiosa con una gota de sudor en la nunca al ver su poco de cabello, simplemente se agacho a su altura y giro su cabeza hacia un lado, y aquella criatura también había hecho lo mismo, lo repitió varias veces moviéndola a todos lados como si su cabeza estuviera bailando, y dicha criatura hacia lo mismo.

¿Disculpa? ¿Pequeña? —.

¿Tienes algo para mí? ¿Una ofrenda? —. Pregunto saltando, la chica se levanto y miraba como aquella criatura saltaba hacia arriba y se tiraba en sus manos, y seguía saltando. — ¡Dime que si! —. Decía emocionada la criatura.

—“Si le dices que no te asesino, dale un dulce y salgamos de aquí. ¡Si señora!” —. La chica metió la mano en su bolsillo y saco un pequeño dulce, colocándolo en la boca de aquella pequeña criatura. — ¿Cómo puedo salir de aquí? —. Pregunto mirando a la criatura de mucho cabello que se comía tranquilamente su dulce. — Etto…

Bauchan —. Le contesto.

Oh, Sou ka, te llamas Bauchan —. Dijo dedicándole una gran sonrisa. — Entonces Bauchan, ¿sabes cómo salir de aquí? —. Pregunto animada la chica.

Igual que como entraste —. La chica cayó estilo anime, y observo a todas partes rabiosa, para tomar a esa bola de pelo y patearla pero no estaba cerca, había desaparecido.

—“¡Donde se metió esa desgraciada bola de pelos! Espera, ¿Dijo que se llamaba Bauchan? Si ¿Por qué? Según lo que recuerdo de la clase de mitología, Bauchan es una criatura de la mitología celta, un tipo de brownie. Que se caracterizarían por tener mucho pelo, ser traviesos y solitarios. ¡Nani! ¡Como se me paso eso!” — el cuerpo de la chica comenzó a sudar levemente, pero luego reacciono al sentir un aura oscura detrás de ella. — E…eso… qu…que… es… — susurro asustada, mirando un gran gato de dos colas parado en dos patas encima de ella, una sonrisa felina se formo en su rostro, moviendo la cola formando una gran ráfaga de viento, el cabello de la chica se movía rápidamente al igual que su ropa. — “Haruno Sakura… ¡Corre!” — grito su Inner en su cabeza, cuando la chica tomo su bolsa colocándola en su espalda comenzando a correr, cuando sintió que la garra de aquel gran gato había golpeado el suelo, y ella había salido volando, y comenzó a rodar por el bosque, quedando totalmente sucia.

Fue un error tuyo-nya entrar en este bosque-nya y sola-nya. —. Ronroneo el gato con una sonrisa felina en sus labios. — Y será error mío matarte —. Gruño felinamente, moviendo rápidamente su garra, la pelirosa cerró los ojos fuertemente, esperando aquel golpe.

Osoi, neko-chan —. Susurro la voz sensual de un hombre, que en sus manos tenia a la pelirosa con una sonrisa arrogante, en la rama de uno de los arboles del gran bosque.

Kisama —. Gruño aquel Nekomata, para bajar la mirada y mover rápidamente sus garras, haciendo que el hombre, salte de una rama a otra teniendo en brazos a la hermosa pelirosa. — ¡Eres una cucaracha déjate atrapar! —. Gruñía rabioso el gran gato.

Estás jugando conmigo, jajajaja — reía sínico el hombre, bajo la vista hacia la chica que tenia cargada, tenía el ceño fruncido, y sus mejillas yacían sonrojadas, sus ojos cerrados, trataban de ignorar lo que pasaba alrededor. — Omae, ¿No te lastimo? — la chica abrió los ojos, sonrojándose por completo por la cercanía de aquel chico.

Sus profundos ojos negros la habían cautivado, esa mirada que mostraba frialdad y arrogancia, donde te daba a entender que todo lo que miraba era suyo, y estaba bajo su tutela, el chico agrando una sonrisa arrogante, dando a entender que ella ya le había contestado con sus muecas. La chica reacciono bufando molesta, dejando ver que el chico vestía un uniforme. Y no estaba nada mal, ya que se le veía ceñido al cuerpo, dando a entender que bajo ese uniforme se podrían notar músculos totalmente interesantes para su gusto. Su cabello negro se agitaba con el viento, dejando ver dos flequillos en la parte de adelante, largos, y en la parte de atrás lo tenía peinado y desordenado, dejando ver puntas que se levantaban con el viento. El uniforme que llevaba puesto consistía en una camisa manga larga de color blanca, con una corbata de color roja, arriba de un chaleco de color negro, con franjas de color gris, en cada manga al fina había una franja gruesa de un color cake, y en su cuello, se partía en dos, dejándolo en V, con cuadros de color negro, con cake y gris, la camisa terminaba en una V corta, dejando ver su cinturón de color plateado. Bajando a su pantalón de color negro, con franjas delgadas, en el centro de estas, y unos zapatos negros oscuros, en el lado izquierdo de la camisa, llevaba el símbolo de la aldea {el de Konoha}, su camisa estaba desabotonada los primeros botones, dejando ver una camisa de color negra debajo de esta, y su chaleco estaba abierto, haciéndolo lucir sensual. {N/A: *-* Sasuke-kun, http://www.zerochan.net/1016425, ese uniforme es uno de los que más me gusta}

Oye, rosadita —. La chica levanto la mirada de nuevo, topándose con esos orbes esbeltos y tenebrosos que daban a entender que nadabas en un lago oscuro, lleno de avaricia y ambición. La chica levanto una ceja al apodo que el chico le había dado. — Pesas más de lo que aparentas —. Comento burlón, haciendo que a la chica le saliera una vena en su frente, y pataleara para que el chico la soltara consiguiéndolo, pero cerró los ojos al ver que se había tropezado, y se había caído de la rama.

De un rápido movimiento el chico estaba en el suelo, sosteniéndola de nuevo con las manos, levanto una ceja al verla abrazada a su pecho, y su corazón latía rápidamente, dejo salir un suspiro y la coloco en el suelo, lentamente, y la separaba de él.

E…espera que vas a hacer… — susurro asustada mirando al chico que levantaba la mirada, y le dedicaba una sonrisa sínica a la chica.

Arreglar unos asuntos con el nekomata —. Comento arrogante tronándose los dedos, mirando hacia arriba.

¿Nekomata? “Eres idiota, es un gran gato” — Su Inner se coloco unas gafas y sonrió arrogante, levantando su dedo índice. — Un nekomata es un gato de habilidades sobrenaturales perteneciente al folclore japonés. El nekomata es una variación del bakeneko, que surge cuando a un gato doméstico se le comienza a bifurcar la cola. En otras palabras, es otra criatura, como la bola de pelos irrespetuosa. Exacto, mi querida Watson”. — ¡Lucharas con esa cosa! —. El chico asintió, y simplemente termino de tronarse los dedos, cuando el gato lanzo rápidamente su garra hacia donde estaban los dos, de un movimiento rápido el pelinegro tomo una de las garras del gato, y sonrió arrogante de su mano apareció una katana larga, de la cual de un salto, la tomo por el mango, y la paso por toda la pata del gato, hasta llegar a su rostro y patearlo, haciendo que el gato se cayera al bosque provocando un leve terremoto.

¿Todavía quiere luchar? —. Pregunto incrédulo el pelinegro al ver que el gato estaba a punto de levantarse. — Chikuso —. Maldijo suave para sacar rápidamente una etiqueta donde varios símbolos aparecían en la parte de adelante, suspiro fastidiado y le paso el sello a la chica que estaba detrás de él — vas a repetir lo mismo que yo, ¿Está bien? —. Le ordeno mirándola de reojo.

¡¿Eh?! ¿Por qué? —. Pregunto alterada, sintiendo como el gato se volvía a levantar.

El nekomata está manipulando a un pueblerino, lo mejor es sacarlo de ese control mental con esto, así que vas a decir lo mismo que yo ¿de acuerdo? —. Le menciono totalmente tranquilo, a una alterada pelirosa.

¿Cómo sabes eso? —. Pregunto algo aturdida.

Es un demonio, una criatura. Un dios en pocas palabras, si fuera un dios común sin control mental hubiera desaparecido —. Le menciono a la chica que asintió como si hubiera entendido. — ¿lista? —. Ella asintió suavemente y se coloco delante de él tomando el sello con las dos manos. — Dios de la tierra, dios del cielo y del viento —. Aclamaba lentamente el chico.

Dios de la tierra, dios del cielo y del viento —. Repetía la mujer, tratando de acordarse de todas las palabras.

Acordaos de todas las ofrendas que he mandado, haced lo que esté en vuestro alcance —.

Acordaos de todas las ofrendas que he mandado, haced lo que esté en vuestro alcance—. Seguía la mujer con los ojos cerrados, aquel sello había comenzado a brillar ante la mirada asombrada de la mujer.

Purifica el alma de este humano, que ha caído bajo el poder de los demonios, sacad todo el espíritu dentro de su cuerpo y liberadle —.

Purifica el alma de este humano, que ha caído bajo el poder de los demonios, sacad todo el espíritu dentro de su cuerpo y liberadle —. Un gran círculo comenzó a rodear a los dos chicos, formando una perfecta sincronización, en el suelo, había un báculo especial y algunas palabras totalmente escritas en latín, los dos cerraron los ojos y luego los abrieron al momento de sentir junto sus dos manos y almas.

¡omnem locum et purificat liberandi! — Gritaron los dos al tiempo, cuando una fuerte luz de color azul se desprendió del círculo mágico, hasta donde el nekomata estaba, dejando que este comience a ser expulsado del cuerpo de la persona poseída.

Los dos habían corrido hacia donde estaba aquella persona, alado de un gato de color blanco, que se alejaba del lugar rápidamente, había un chico totalmente dormido, de piel muy pálida, que contrastaba con su cabello negro largo y ojos grises. Llevaba una camisa azul con las mangas arremangadas, una bufanda alrededor del cuello y del brazo. También llevaba un par de pantalones azules y sandalias en los pies.

¿Quién es? —. Pregunto sonrojada la chica, viendo aquella belleza de aquel chico en sus piernas desmayado.

Es un simple humano, desmayado luego de ser poseído, si hubiera seguido en ese cuerpo, se hubiera podrido —. Hablo indiferente el pelinegro, así que lo tomo de los pies, y lo cargo en su hombro como costal de papas.

¡No vez que está herido! —.

No seas tonta, su físico no está herido solamente su alma, seguramente era alguien en pena que buscaba la muerte, así que el nekomata aprovecho eso y lo poseyó —. Le comento caminando.

¡Esas cosas no se dicen de esa forma! —. Le gruño molesta caminando detrás de él.

Entonces enséñame, señorita educada, como se dice esas cosas —. Le pregunto educado con toques burlescos a la pelirosa.

No tengo la intensión de hacerlo “no seas tonta, el nos salvo la vida. Lo sé pero es un idiota. Sí, pero es un sexy idiota. Deja de poner cara de boba enamorada que Inner a ti no te queda” — pensó burlona, caminando detrás de él chico pelinegro. — ¿A dónde lo llevas? —. Le pregunto deteniendo su paso al igual que él, que lo sentó en el pie del árbol, y se estiraba. — ¿lo piensas dejar aquí? —. El chico comenzaba a respirar un poco, y su color a pesar de ser pálido se aclaro un poco.

Fue poseído porque paso la barrera —. Le comento mirando hacia dos árboles, y bajo la vista observando a la pelirosa — Si no lo hubiera hecho seguiría dormido, cuando se levante olvidara todo lo que hizo y se irá a su casa —. Comento restándole importancia.

Arigato gozaimazu— Menciono la chica haciendo una pequeña reverencia, mirando a los ojos de aquel chico que le dedicaba una sonrisa arrogante. — Soy Sakura Haru… — El chico tomo su maleta y comenzó a caminar dejándola atrás. — ¡Oye! —. Le grito corriendo detrás de él.

Ya sé quién eres, no seas tan escandalosa —. Se quejo, metiendo una de sus manos en la oreja. — Mi nombre es Uchiha Sasuke, y trabajo en el templo —. Contesto cortante, mirando hacia adelante.

Eso quiere decir que conoces obaasan — aclaro la chica, caminando a su paso mirando también hacia adelante. — Es un placer conocerte —. Le comento dedicándole una sonrisa, pero no sintió sus piernas al aire, así que miro hacia abajo y su frente se tinto de azul, y sus ojos comenzaron a salir cascadas de lagrimas cuando cayó por un pequeño acantilado, cayendo de pie pero yéndose para adelante, siendo atrapara por el chico de cabellos negros.

Aparte de molesta, torpe —. Se burlo el pelinegro caminando lentamente, siendo observando por un aura femenina y asesina, la chica frunció el ceño y comenzó a matarlo con la mirada, cosa que era obvio que no podía hacer.

—“Se que me salvo la vida — su ceja tenía un tic pequeño — pero es un maldito arrogante” — se quejaba entre su pensamiento, suspirando lentamente, girando a ver hacia adelante, pero no podía observar bien por donde se había ido. — ¡Y ahora! —. Grito asustada corriendo, pero cerró los ojos y cayo sentada al golpear la espalda del pelinegro.

Ya llegamos, baka —. Le comento burlón comenzando a entrar en el templo.

—“¡El si es un maldito cabrón! ¡Cha! Hay que golpearlo mi querida Sakurita. ¡Así se habla! ” —. La chica parpadeo un par de veces y se sonrojo al ver que estaba delante de una puerta, y le señalaba con la mano que se acercara a él para que no se perdiera.

¿Sasuke-san? —. Delante de la puerta principal, una hermosa mujer de ojos color perla, y cabello azulado largo, hasta la cintura, con un corte natural, de mejillas sonrojadas y aspecto tierno, caminaba tranquilamente hasta donde se encontraba el pelinegro, la chica vestía un kimono de mangas largas, amarrado hasta su inicio de sus senos, bajando un gran faldón de color rojo, amarrado en un lazo, en donde finaliza el kimono blanco, unas medias blancas, y unas sandalias de madera, la chica llevaba el cabello amarrado en dos pequeñas coletas, una sonrisa adornaba su rostro. — Bienvenido, regreso temprano el día de hoy —. Le hablo con cortesía aquella hermosa mujer, el levanto el dedo y señalo a la pelirosa que estaba un poco sucia, y tenía un tic en su ceja. — Oh, es ella —. El asintió y entro a aquel templo. — Sakura-sama, es un placer conocerla —. La pelirosa sonrió un poco nerviosa y asintió lentamente. — Mi nombre es Hinata Hyuga, soy una sacerdotisa de este templo, así que puedes contar conmigo —. La chica volvió a asentir, y esta le dedico una gran sonrisa. — Te llevare donde Tsunade-hime, por aquí —. Comenzaron a caminar directo a aquella entrada del templo.

La chica caminaba lentamente por los pasillos del templo, no tenía sus zapatos y su maleta se la había llevado aquel pelinegro, cerró los ojos dejándose llevar por el ambiente de tranquilidad, cuando se detuvieron delante de una puerta. La chica se agacho tocando levemente aquella puerta y abriéndola, dejando paso hacia la chica que entro con una sonrisa y se lanzo en los brazos de su abuela, dejando caer algunas lagrimas para luego ser abrazada, por una mujer bastante alta, de piel clara con ojos marrones claros y cabello rubio recta. Su pelo es largo hasta la cintura con flequillo hasta los hombros enmarcando ambos lados de la cara, teniéndolo ligado a dos colas de caballo suelto. Viste un traje de hierba verde con el kanji de juego (赌, kake), escrito en negro en la parte posterior, dentro de un círculo rojo. Debajo lleva una blusa gris, de estilo kimono sin mangas, se mantiene cerrada por una amplia y oscura faja de color gris azulado que hace juego con sus pantalones. Su blusa se cierra bastante baja, dejando al descubierto sus pechos de tamaño considerable. Lleva sandalias de punta abierta con tacones altos y el esmalte de las uñas de ambas manos y pies. Ella también usa un lápiz labial de color rosa suave.

No llores, Sakura-chan. Te dañaras tu hermoso rostro —. Le aconsejo dulce, mirándola con una leve sonrisa.

P…pero no sabes todo lo que he pasado desde aquel accidente —. Le rectificaba con las mejillas sonrojadas por causa del llanto. — Mi padre sufrió aquel accidente de carro, junto a mi madre dejándola a ella incapacitada, cuando recobro la conciencia ella se suicido por el accidente, dejándome a mi sola, abuela —. Le contaba, con los ojos totalmente rojos, sus lagrimas no podían detenerse y ella cada vez empeoraba mas. — Luego, llego aquí después de tantos años, recordando nostalgia mi pasado, y aparece un gato gigante, y un pelinegro arrogante, que lucha contra ese gran gato, y luego hacemos un conjuro y aparece un circulo de magia, luego me da una explicación que no le veo lógica con dioses, y luego aparezco aquí, llorando —. Se quejaba la chica, no solo estaba triste, también estaba rabiosa por aquel sujeto, y recordaba de vez en cuando sus arrogantes palabras.

Sakura, cálmate —. Vuelve a repetir lentamente la mujer.

P…per… pero… —.

Tranquilízate, siéntate y sécate las lagrimas, te explicare unas cuantas cosas —. La chica asintió sentándose en aquel pequeño mueble, con los ojos cerrados para girar a ver a su joven abuela y dedicarle una dulce sonrisa. — Bien, comenzare por esa criatura. Si no estoy mal su nombre era nekomata. Una criatura con forma de gato, su evolución consiste en cuando comienza a crecerle otra cola más. Es la criatura más arrogante y traviesa que existe. — mencionaba tranquilamente la mujer. — Entra en los corazones de las personas que no están augusto con su personalidad y las cambia instantáneamente, entre mas use la personalidad de el espíritu, pronto el espíritu toma su cuerpo por completo, así son todos los espíritus. Se aprovechan de las debilidades de las personas para dominarlas —. Le contaba tranquilamente a su nieta.

Pero el chico dijo, que ellas lo hacían porque no tenían donde vagar… o eso entendí —. Comento colocando una mano en su labio.

En efecto, los dioses son almas en pena, o quizás seres espirituales que se creen superiores, en otras palabras simplemente se hacen los interesantes o los desdichados —. Aclaro — Pero no todos los dioses son desdichados, algunos aprovechan esas oportunidades para joder a los humanos, porque dicen que en este mundo impuro no debemos existir, ahí es donde entramos las sacerdotisas. —.

¿eh? —.

En este mundo, nosotras somos la columna del puente que sostiene las dimensiones, entre los dioses de la muerte, los dioses comunes y los que se creen dioses. En otras palabras somos una reencarnación de alguien que en tiempos antiguos tuvo un gran complejo de superioridad y se convirtió en alguien realmente poderoso. — le aclaro. — Senju Hime, es el nombre de todas las sucesoras de este puesto, donde protegen las barreras de los sellos, y los cristales sagrados, este no es un simple pueblo, de aquí es que nace la puerta para comunicarse con los otros mundos y las otras dimensiones, si esa barrera se rompe o se debilita, muchos demonios y criaturas malignas pueden traspasar a esta dimensión —.

Sugoi… —. Comento sentadito la chica, para luego levanta la mirada con una ceja en alto. — ve al grano abuela —.

Tú eres esa reencarnación, Sakura tienes los poderes para ver los demonios y los dioses al igual que yo, en otras palabras tu eres la próxima Senju Hime —. La chica levanto una ceja y comenzó a reír. — Sakura, viste al nekomata y también al Bauchan, nadie que no tenga poderes celestiales lo puede hacer —. Le comento cerrando los ojos.

Abuela… —.

Se como la flor que acepta su destino —. Le menciono, la puerta fue abierta dejando ver a la peli azul con los ojos cerrados.

Por favor, Sakura-sama. La guiare a su habitación —. La pelirosa suspiro y asintió saliendo de aquel lugar, siguiendo a la hermosa peli azul.

Una gran habitación o más conocida como Washitsu, se ubicaba delante de sus ojos, la habitación estaba totalmente limpia, sin el futon estorbando, pero a cambio había un armario donde se podría observar que ahí se recogía, para dar a la terraza a ver las flores, una hermosa shoji se podría observar, que daba a ver maravillosas flores, a diferencia de todas las habitaciones, esta tenía una pequeña piscina o más bien un jacuzzi donde se veía burbujear el agua, como un especie de baño termal. Dejando al aire su piso de tatami, y a un pelinegro totalmente dormido, sobre la bolsa de viaje de la pelirosa.

Definitivamente, no lo soporto —. Comento con una vena en la frente observando al pelinegro.

No sea mala con el Sakura-sama, usualmente no está acostumbrado a usar conjuros, así que por eso esta tan dormido —.

¡No lo salves Hinata-chan! —. Le amenazo a la peli azul dirigiéndose a grandes zancadas hacia donde dormía — ¡Oe! ¡Baka yaro! —. Le grito golpeando su estomago con una fuerte patada en su estomago, el chico perdió el aire y comenzó a soltar su alma de su cuerpo, con una mirada arrogante de la pelirosa y una preocupada de la peli azul.



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Delante de un gran salón de clases, estaba la hermosa pelirosa vestida con el uniforme de la escuela, un vestido de color blanco, de mangas largas, y en la parte de abajo llevaba varios encajes dejándola ver linda y tierna, arriba de estos encajes caían unas franjas delgadas negras, encima traía un chaleco de color negro, que cubría sus hombros, y de la mitad de sus senos hacia abajo, la otra mitad era cubierta con la camisa, que llegaba hasta su cuello, y un lazo de color negro, alado del chaleco portaba el símbolo de la hoja, llevaba un cinturón en sus caderas, con una hebilla dorada, sus medias eran mucho más arriba de las rodillas, y sus zapatos eran blancos con negros, y tenían unos tacos gruesos y elegantes, tenía el cabello suelo, y varios flequillos caían por su rostro, uno en la mitad de este tapando su frente, en medio de los dos ojos jade, y los otros caían alrededor de su rostro, y debajo de este, como una cascada ondulada caía su hermoso y lacio cabello de color rosa, ante la mirada de muchos babosos que la miraban deseosa.

Dejo salir un corto suspiro al ver quién estaba detrás de donde ella se iba a sentar, el profesor la estaba presentando cortamente, pero esta ni le prestaba atención, ya que estaba metida en su mundo, donde el chico qué la salvo ayer, la trato de molesta y torpe iba a estar en la misma clase que ella. Dirigió su mano hasta su frente, y la masajeo un poco, dedicándole una corta sonrisa a todo su salón.

—“Llénate de fuerzas Sakurita, superaremos esta prueba” —. Pensaba ella, para luego entrar en coma, por no saber dónde estaba su Inner metida, pero lo ignoro yéndose a sentar por órdenes del profesor.

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Karin —. La voz de él pelinegro llamo la atención de una chica en el centro de un grupo, de ojos rojos, un color de cabello que hace juego, y un peinado inusual, su cabello es corto y descuidado en su lado derecho, mientras que largo y peinado a su izquierda, en sus ojos porta unas gafas marrones, miro sensual y arrogante al pelinegro que se le había acercado. —Ya es hora de salir, ¿Dónde está Sakura? —. Pregunto indiferente viendo el puesto de la pelirosa totalmente vacío.

¿Eh? ¿Haruno? —. Se aclaro la garganta y se alzo de hombros, en término de que no sabía donde se había metido, la nueva alumna.

Yo la vi hablando con Shion, Matsuri y Amaru. Pregúntales a ellas —. Comento una hermosa chica de cabellera larga rosa, y ojos marrones, con un sombrero negro con vendas a los lados, y mirada arrogante. El pelinegro se dio la vuelta si ni siquiera agradecerles a las dos chicas, que les saliera un tic en la ceja.

Amargado —. Se quejaron las dos cruzándose de brazos.


Tres chicas iban hablando de cualquier cosa ocurrente, en el centro había una chica de ojos claros de lavanda, y el pelo rubio claro que cae más allá de su cintura, que le mantiene atado al final con un arco. A su lado derecho una chica que tiene el pelo largo de color rojizo, de ojos azules, y un lunar debajo de uno de sus ojos, sus cejas gruesas y mirada aniñada. A su izquierda, una hermosa chica de pelo castaño oscuro y los ojos negros, que se veía totalmente animada charlando con las demás.

Kimi —. La voz fría del Uchiha llama la atención de las tres chicas, dos lo miran a ver soñadoras y una lo mira a ver aburrida, levantando una ceja en la forma como le hablaba aquel chico demonio.

¿Se te ofrece algo Uchiha? —. Pregunto la rubia con una ceja levantada.

Haruno estaba hablando con ustedes no, ¿Dónde está? —. Pregunto cortante, mirando a las asombradas chicas.

Creo que dijo que se tenía que ir temprano —. Menciono Matsuri recordando.

Un fuerte dolor de cabeza le entro, y dijo que se tenía que ir —. Completo Amaru, mirando a él pelinegro que abrió los ojos aterrado.

Hmp — fue el monosílabo que salió de sus labios, cuando tomo su mochila y había salido corriendo del aula de clases.

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—“¿Porque fue que llegue al bosque? — Se preguntaba mentalmente la chica — ¿creo que Sasuke me dijo que lo esperara en la escuela?, y nos fuéramos juntos, pero mis piernas se movieron solas — suspiro de nuevo y miro hacia adentro — ¿Eh? ¿Una barrera?” —. Las piernas de la pelirosa se detuvieron por un fuerte calambre, sus ojos se abrieron de par en par al reaccionar y ver donde se encontraba, volteo a mirar hacia todas partes, y observo con cautela el lugar de donde había llegado. — ¿Masaka? — se interrogo ella misma mirando hacia todas partes, el fuerte dolor de cabeza había comenzado de nuevo. — Esta es la misma sensación de cuando apareció aquel nekomata —. Susurro entre sus labios cortados, observando hacia todas partes, cuando la tierra se comenzó a mezclar con el corto terremoto, haciendo que la chica cayera en el suelo.

Su mirada se dirigió al suelo abriendo por completo los ojos, apareció una criatura con forma de gato, tejón o comadreja, que comenzó a formar una tormenta y comenzó a agitarse y brincar entre los árboles. Dejando muestra las marcas de un relámpago. La chica agito nuevamente su cabeza observando a aquel demonio que estaba delante de ella sonriendo arrogante.

Mierda… — susurro asustada.
Andre Neko-Dark
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